Francia. La UNPF propone abrir el capital de la farmacia

El sindicato aboga por disociar capital y derecho de voto y reivindica un honorario por acto "intelectual" y no por envase

París, 24 de septiembre. En un documento remitido a la ministra de Salud, la Unión Nacional de Farmacias de Francia (UNPF) alerta de la situación de la farmacia y propone distintas medidas para sacar a la profesión del impasse de los últimos cinco años.

"La farmacia va mal", asegura el sindicato. "Los estudiantes la rechazan, los farmacéuticos envejecen, las oficinas han perdido cerca de cuatro puntos de margen en un año y el 8 por ciento de los graduados están en paro". Son síntomas de "angustia", según el sindicato, que se recogen en la encuesta encargada por la UNPF, entre enero y marzo de 2015, a 732 farmacéuticos titulares, adjuntos y estudiantes. La crisis de confianza mina la profesión, con los titulares a la cabeza, ya que el 76 por ciento no cree en el futuro de la farmacia. Y si pudiesen, el 56 por ciento no se instalaría hoy; el 40 por ciento de los adjuntos se unen a este análisis y consideran que no pueden permitirse instalarse en las condiciones actuales.

Otras cifras de la evolución de la farmacia son: caída de las ventas de la farmacia del 1 por ciento en 2014, frente al crecimiento del 5 por ciento en 2004; una farmacia cerrada cada tres días; 12.000 farmacéuticos y auxiliares en paro; el 25 por ciento de los graduados no se colegia; del 8.18 por ciento de los farmacéuticos están en paro en función de la región.

El sindicato rechaza, no obstante, cualquier derrotismo. En el Libro Blanco titulado "Farmacéuticos: para que la profesión tenga un futuro", la UNPF subraya las razones para creer. Frente a las críticas, un nuevo credo emerge de esta encuesta. Titulares, adjuntos y estudiantes declaran al unísono que su lugar está en el mostrador, con las expectativas centradas más que nunca en el paciente. La UNPF define los contornos de la farmacia del mañana y para un modelo que el sindicato propone abordar en un periodo de cinco años.

Facilitar la instalación a los jóvenes

Un régimen de excepción para poner a la farmacia en marcha. Importa asegurar su continuidad despertando su atractivo y accionando las palancas de la  calidad y el crecimiento. ¿Creen los jóvenes en el futuro de la farmacia? ¿Consideran que la adquisición del 60 por ciento de la propiedad está fuera de su alcance? O ¿todavía el 80 por ciento cree que el ejercicio individual no es una solución segura? La UNPF les entiende. Para la central, sólo hay que poner en marcha las condiciones de la recuperación, ofreciendo créditos fiscales durante cinco años, deduciendo fiscalmente los intereses del préstamo contratado para adquirir la oficina o asegurando una optimización fiscal con dos titulares que se repartan el 10 por ciento de participación en una sociedad de participaciones financieras de profesión liberal (SPFPL). Esta última medida requiere la eliminación del artículo 5125-7 del Código de Salud Pública, actualmente en estudio.  

A cambio, se debe facilitar la transmisión. Especialmente poniendo fin a la cancelación automática de las SPFPL durante la cesión y alegando las ganancias en caso de venta de una oficina sobre un periodo transitorio de cinco años o en caso de revisión del estatus legal.

Del mismo modo, el desarrollo de la salud conectada debe ofrecer oportunidades atractivas a los jóvenes, dándoles a través de un marco normativo adecuado la función de "tercero de confianza", en el uso e intercambio de datos de los pacientes.

Sobre el cuidado del paciente, estará asegurado por un farmacéutico convertido en farmacéutico clínico. Esto no podrá ser posible sin una intensificación del enfoque de calidad, si bien, hoy en día, sólo el 10 por ciento de las farmacias se dedican a una certificación de calidad.

Reivindicar un honorario intelectual

En el mostrador, el farmacéutico clínico deberá tener varios roles: conciliación y vigilancia farmacéutica, validación de la receta, balance de la medicación y trazabilidad, notificación de farmacovigilancia, trazabilidad de consejos adaptados a la receta, etcétera. Estas funciones, que se completan ya de forma sistemática, se formalizarán y enriquecerán con nuevas opciones, como la puesta en marcha de procedimientos de sistemas de dosificación para las personas mayores o enfermos crónicos. "Se trata de definir nuestro perímetro de intervención para no entrar en concurrencia con otros profesionales", recomienda el Libro Blanco.

Pero el conjunto de estas nuevas funciones no se pueden instaurar sin compensación económica, previene el sindicato. La UNPF reitera su posición, que rechaza el honorario por envase. Precisa que su modelo de retribución es por acto u honorario intelectual, como el modelo suizo. "Respaldado y revalorizado todos los años, deberá permitir de inmediato la sostenibilidad de la red farmacéutica y una remuneración justa según el perfil de los farmacéuticos", promete el documento. La UNPF denuncia una vez más el refrendo convencional que priva a los farmacéuticos de un margen sustancial en los medicamentos cuyo PFHT (precio fabricante sin impuestos) es superior a 1.500 euros. Y de proponer, como suplemento de honorario intelectual, la creación de un "honorario de responsabilidad" en estos medicamentos para gestionar mejor estos tratamientos sensibles. Permitiría así a los farmacéuticos acompañar a los pacientes que sufren patologías graves. 

Disociar capital y derecho de voto

Al margen de nuevos recursos para la farmacia, la UNPF también anima a la agrupación de las compras y retrocesión entre farmacias. El recurso a la subcontratación, la disociación de locales dedicados a PDAs y venta en Internet completan el catálogo de propuestas. Pero estos cambios no se pueden acometer sin una revisión de los estatutos jurídicos de la farmacia. El Libro Blanco revisa los diferentes escenarios y lo que considera "rigideces regulatorias" que están generando anacronismos en relación con las expectativas de las nuevas generaciones y exige un relajamiento de las reglas de juego para permitir el acceso a la farmacia en asociación del 86 por ciento de los estudiantes.

El sindicato insta igualmente a las agrupaciones de compras y propone permitir la creación de filiales, siguiendo el ejemplo de Alemania o Escandinavia, así como crear el estatuto de farmacéutico colaborador liberal o autorizar la gestión de arrendamiento, actualmente prohibido por ley.

Ni que decir tiene que todas estas medidas están acompañadas de una reducción de las normas actuales en materia de fusiones y sobre transmisiones universales de patrimonio. La UNPF también propone la creación de un fondo de inversión que permitirá a los farmacéuticos en ejercicio o jubilados abundar en el capital de una farmacia. "Estos inversores farmacéuticos bien podrían jugar el papel de apoyo financiero de la profesión", dijo el sindicato.

Fiel a su enfoque más bien liberal, la central da otro paso al defender nada menos que la apertura del capital. Exige disociar el capital y el derecho de voto mediante la supresión del artículo 5125-7 del Código de Salud Pública. Un avance, según el sindicato, que permitiría a los farmacéuticos detentar la mayoría de los derechos de voto, dejando a los inversores externos la mayoría del capital.

Fuente: Le Quotidien du Pharmacien