Francia. Las farmacias entran en la melé con la prevención del dopaje

Los farmacéuticos están en primera línea para aconsejar a los deportistas profesionales y aficionados sobre los riesgos del dopaje  

La Orden de Farmacéuticos y el Ministerio de Deporte firman un acuerdo para prevenir contra malas prácticas asociadas a algunos complementos alimentarios

París, 5 de marzo. Un libro "Rugby a la carga, encuesta de choque" ha abierto una gran polémica en Francia. Su autor, Pierre Ballester, pone al descubierto el sistema de dopaje y sus prácticas de riesgo. Tras las anfetaminas y corticoides, describe los años 2000 como los del "tsunami de los complementos alimentarios (...) y lo bueno, menos bueno, inútiles, malos y peores que son". Para bloquear estas tres últimas categorías, la Orden de Farmacéuticos de Francia y el Ministerio de Deportes firmaron el pasado 24 de febrero un acuerdo para involucrar a los farmacéuticos en la prevención del dopaje ligado a la toma de ciertos complementos alimentarios.

Controles positivos

La farmacia es el principal circuito de distribución de complementos alimentarios. Un mercado de cerca de 77 millones de euros y con tasas de crecimiento del 9 y el 9 por ciento. Sin embargo, el farmacéutico no tiene más que un papel comercial en este nuevo segmento. También debe asegurar el arbitraje. En efecto, según las estimaciones oficiales, un complemento alimentario de cada cinco contiene sustancias dopantes, de las que el 15 por ciento son sustancias anabolizantes. Las cifras contestadas por Synadiet, el sindicato nacional de complementos alimentarios: "el 90 por ciento de las sustancias ilícitas son dopantes sanguíneos y el 10 por ciento restante son anabolizantes que no se pueden encontrar en nuestros centros de producción", afirma Nicolas Cappelaere, vicepresidente de Synadiet y P-DG de laboratorios Ineldea. Para él, no puede haber contaminación cruzada sin el conocimiento de un fabricante.

En caso de duda, los deportistas profesionales, como todos los aficionados, preocupados de ver sus esfuerzos destruidos por un simple control, parecen depender cada vez más de su farmacéuticos.  Es en todo caso la constante de las farmacias. "Estamos identificados con dos títulos", señala Lucile Sublon, titular de farmacia en Estrasburgo. "El deportistas de competición tiene miedo del dopaje. Conoce los productos y las reglas. Razón de más para abastecerse en farmacia", apunta. En cuanto al amateur, "hay miedo de Internet. Vienen a la farmacia para asegurarse", constata la farmacéutica que compra solo a laboratorios franceses. Por otra parte, afirma que los productos distribuidos en farmacia difieren totalmente de los comerciados en otras redes, como Internet, tiendas deportivas, etcétera.

En seguridad, los laboratorios han hecho el trabajo, afirma Alban Maggiar, presidente de la Federación europea de laboratorios de complementos alimentarios (EHPM) y director general del laboratorio Carrare. El trabajo de los fabricantes de complementos ha sido denunciar las amalgamas que efectúan a menudo y de forma voluntaria los deportistas al juntar complementos y sustancias ilícitas. Por otra parte, recuerda el presidente de la EHPM: "Los raros casos de productos contaminados por sustancias dopantes no son complementos alimentarios, sino medicamentos o falsificaciones de complementos". Añade además que ningún complemento alimentario francés "ha estado implicado en contaminación con sustancias dopantes".

Cerca de 150 complementos están por otro lado claramente etiquetados "no dopantes" en el mercado francés. Si bien el Ministerio de Deportes alertó de la amenaza de "que cada año entran nuevos productos legalmente en el mercado", Alban Maggiar se refiere a la normativa del 2002, 2006 y 2011, a la carta de calidad actualizada con regularidad y en especial a la norma AFNOR (NVF94-001), que los fabricantes han contribuido y que se aplica por seis de los diez fabricantes franceses. Esta norma, que no existe en ningún otro país europeo, es lo que ha llevado a más resultados. "Invitamos a los farmacéuticos a identificar esta mención en la caja del producto y en especial a asegurarse de que sus proveedores la respetan", recomienda Nicolas Cappelaere.    

Fuente: Le Quotidien du Pharmacien