Madrid, 4 de abril. El vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad del Ministerio de Sanidad, Julio Sánchez Fierro, moderó una mesa redonda sobre Servicios Sociosanitarios: respuesta de la oficina de farmacia a la demanda social, donde subrayó la "importante posición" que ocupa el farmacéutico como agente de salud para atender a una población cada vez más mayor y dependiente.
La mesa redonda contó con la participación de José Antonio López Trigo, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología; Carmen Balfagón Lloreda, directora general de Coordinación de la Dependencia de la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid; José María San Segundo Encinar, director general del Grupo de Análisis e Investigación; Primitivo Ramos Cordero, médico geriatra experto en Nutrición de mayores; y Juan E. Iranzo Martín, decano-presidente del Colegio de Economistas de Madrid.
Durante su intervención, Julio Sánchez Fierro instó al sector de la farmacia a identificar qué tipo de servicios sociosanitarios puede prestar la oficina de farmacia, unos servicios que "serán sin lista de espera, sin cita previa, los 365 días al año y siempre cercanos a los pacientes gracias a la proximidad de las farmacias". También señaló el reciente encuentro celebrado entre el Gobierno y las comunidades autónomas en marzo para avanzar en el futuro Pacto Sociosanitario en el que todos los operadores, "incluida la farmacia", subrayó, estarán presentes. En su opinión, los servicios sociosanitarios que la farmacia identifique "deben contar con el apoyo de los poderes públicos, de forma que se reflejen en los planes de salud de las comunidades autónomas y sean respaldados en conciertos farmacéuticos".
El papel que puede jugar la farmacia en el área sociosanitaria quedó de relieve en la intervención del doctor José Antonio López Trigo. La confianza que genera la actuación farmacéutica en el paciente mayor, el tiempo y la dedicación del profesional, su formación y cualificación técnica convierten al farmacéutico en un profesional clave como agente de salud activo en los programas de salud y prevención y a la hora de generar alertas sobre reacciones adversas a los medicamentos o interacciones, según ha destacado. López Trigo también ha resaltado la necesidad de conformar un equipo incluyente de personas y profesionales para atender el gran reto que supone el envejecimiento y la dependencia.
Por parte de la Administración, Carmen Balfagón Lloreda ha incidido también en el importante papel que desempeña el farmacéutico en el mundo de la dependencia por la relación y el tiempo que dedica tanto al dependiente como al cuidador. En este sentido, Balfagón ha anunciado la intención de formalizar un convenio de colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid para atender esta necesidad, porque "quien piense que se puede avanzar solo en esta área está muy equivocado".
José María San Segundo ofreció su visión como sociólogo a partir de una encuesta elaborada por la Universidad Europea de Madrid que subraya la importancia que la mayoría de ciudadanos conceden al tratamiento de la dependencia y su conciencia de que se va a convertir en un verdadero problema que no tiene solución por ahora, ya que no se prestarán los servicios que requiere ni tampoco habrá dinero para financiarlos. Es la opinión de unos ciudadanos que reconocen no haber adoptado ninguna medida para prevenir la dependencia en el 62 por ciento de los casos y que reclaman en el futuro más atención sanitaria, servicios sociosanitarios y ayudas económicas. El reto para la oficina de farmacia, según señaló San Segundo, es identificar qué servicios puede prestar para responder a esta demanda, como la atención farmacéutica a domicilio, entre otros.
Una de las áreas de atención abiertas por el envejecimiento demográfico es la nutrición. El doctor Primitivo Ramos Cordero, como geriatra experto en nutrición en mayores, resaltó el papel del farmacéutico como agente de salud para hacer seguimientos de la dieta en personas mayores en la detección precoz de procesos de desnutrición, cuyo perfil es una mujer mayor, viuda, que siente la soledad, vive en precariedad económica y es polimedicada. El control del peso o las valoraciones antropométricas, como el índice de masa corporal, son técnicas adecuadas para identificar estos riesgos que se pueden realizar desde la farmacia. Ramos Cordero considera también al farmacéutico como un profesional clave para controlar la medicación y detectar los fármacos que interfieren en la dieta para derivar o alertar al médico.
De sentar las bases económicas en la atención de los mayores se encargó Juan E. Iranzo. Este economista reclamó la necesidad de optimizar todos los recursos disponibles, tanto públicos como privados, para responder al reto demográfico, sanitario y económico derivado del envejecimiento de la población. Iranzo considera "imprescindible a la farmacia para atender a una población cada vez más envejecida y sostener el Sistema Nacional de Salud". La red de farmacias es uno de los grandes activos del sector que "hay que preservar", por lo que advirtió que "ya no se pueden hacer más ajustes a través de las farmacias". "Al lado de todos los hogares hay una oficina de farmacia y después de la banca es el sistema que cuenta con mayor capilaridad", subrayó como principal activo de un sector que, en su opinión, genera confianza entre la población por ser un profesional "formado y disponible sin cita previa". Este experto cree que las tecnologías de la información y la comunicación suponen una oportunidad para las farmacias para atender a esta población y que el farmacéutico debe hacer un seguimiento farmacoterapéutico de los enfermos crónicos y polimedicados, servicios en cualquier caso que "deben ser remunerados", a juicio del economista.
Fuente: COFM
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Portada Nº 96Los expertos consideran al farmacéutico un profesional clave para controlar la medicación y detectar los fármacos que interfieren en la dieta para derivar o alertar al médico.
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