Francia. Está el monopolio realmente en peligro

El último informe de la Autoridad de la Competencia vuelve a disparar las alarmas del sector

París, 17 de marzo. Los ataques contra los pilares de la farmacia se suceden. El último proviene de la Autoridad de la Competencia. A pesar de que esta defiende la venta de medicamentos sin receta en las grandes superficies, el Gobierno la mantiene, pero ¿hasta cuándo?

La farmacia francesa  lleva camino de convertirse en los últimos galos irreductibles de Europa, según señala el diario especializado Le Quotidien du Pharmacien. De hecho, ya es una excepción, con su ley de reparto demográfico y distancia, su reserva de capital y propiedad en manos farmacéuticas y su monopolio de dispensación.  Si bien estos tres pilares están justificados por razones de salud pública y no son infrecuentes en el seno de la Unión Europea, Francia "es el único país que mantiene los tres", recuerda el economista de la salud Claude Le Pen, para remarcar que él no tiene nada en contra de este principio. Pero todo se mueve en torno al Hexágono.

El número de países en los que las cadenas de farmacias se desarrollan aumenta, al igual que el número de los que autorizan la venta de medicamentos fuera de las oficinas o por correspondencia. Francia acaba de autorizar la venta en línea de especialidades farmacéuticas. Pero se mantiene como uno de los últimos países de Europa occidental, con España, Bélgica, Luxemburgo y Finlandia, que conserva un monopolio de la dispensación. Pero ¿durante cuánto tiempo? La cuestión está en la cabeza de muchos farmacéuticos. Sobre todo después de que el Gobierno haya dado luz verde a la venta en grande superficies de los test de embarazo y de ovulación.

Claude Le Pen quiere tranquilizar: "para vender medicamentos se puede hacer mejor que la farmacia, pero para dispensar, aconsejar y acompañar a los pacientes no". Otros ya parecen resignados. "Como los taxis, el monopolio de farmacias va a ser manoseado de aquí a tres o cuatro años, pero los farmacéuticos no hacen ninguna operación de bloqueo", indicaba recientemente Luicien Bennatan, presidente del grupo PHR. Alexandre Aunis, director de marketing y marca de Népenthès está igualmente persuadido. "La amenaza es clara y habrá una decisión política", augura. Xavier Moinier, especialista de marketing de farmacia, comparte este análisis. Para él, la desaparición del monopolio de farmacia "es inevitable, tanto si al ciudadano le remuerde y le concede siempre a su farmacéutico una gran importancia en la atención de la salud". "Eso no significará por tanto el fin de las farmacias, sino otra organización de sus actividades, con reagrupaciones y, por qué no, el nacimiento de franquicias y otras formas comerciales", cree el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de Poitiers.

El compromiso de los poderes públicos

Por el contrario, Gilles Bonnefond no cree en este escenario. "No tengo inquietud por esto", afirma el presidente de la Unión de sindicatos de farmacéuticos de oficina (USPO). "No siento hoy un cambio de posición ni de la autoridad de salud ni del Ministerio sobre la cuestión. No tengo la sensación de que haya una voluntad de cambiar la estrategia ni de banalizar el medicamento, sino al contrario". Tampoco tiene esta inquietud Philippe Gaertner, pero se mantiene vigilante. "El monopolio de dispensación de medicamentos no es un monopolio de hecho, sino de competencia", insiste el presidente de la Federación de sindicatos farmacéuticos de Francia (FSPF), recordando que dos horas después del informe de la Autoridad de la Competencia de diciembre pasado, la ministra de Salud barrió la hipótesis de la venta de medicamentos fuera de la farmacia. Esto, según él, significa que tiene el aval de las más altas esferas del Estado. Marisol Touraine ha reiterado, por otro lado, recientemente en France Inter, su apoyo al monopolio de dispensación acordado en las farmacias. Un compromiso que no podrá evitar a ojos de Michel-Edouard Leclerc. El patrón de los hipermercados está convencido de la apertura del monopolio "no pasará por un ministro de Salud, sino por uno de Economía".  

Fuente: Le Quotidien du Pharmacien