Francia. Tratamiento de choque contra la ruptura del suministro de medicamentos

El Gobierno prepara un decreto que podría prohibir el comercio paralelo

París, 23 de febrero. Ajustar el problema de los medicamentos que faltan en las farmacias es la voluntad del ministro de Salud. Xavier Bertrand quiere terminar con las rupturas de suministro de fármacos. El verano pasado, el ministro subrayó las obligaciones de los laboratorios y los almacenes. Para el ministro se trata de una cuestión de salud pública. "Es intolerable que hoy ciertos pacientes tengan dificultades en seguir sus tratamientos con normalidad". En el último congreso nacional de farmacéuticos celebrado en Burdeos, Bertrand aseguró que "si algunos quieren trabajar en Francia, eso está bien, al igual que tienen que hacer lo que se espera y no jugar en los mercados paralelos en detrimento de los pacientes".

Según el ministro de Salud, las interrupciones en el suministro son consecuencia en su mayoría de las exportaciones paralelas efectuadas por algunos mayoristas, pero también de unos pocos laboratorios que imponen cuotas de suministro. ¿Qué piensan los interesados? Las cuotas se utilizan para reducir el riesgo de las exportaciones paralelas, se defienden los laboratorios. Falso, aseguran los mayoristas, que creen que se trata de ocultar los problemas de producción de los fabricantes

Prohibir las exportaciones paralelas

Poco importa quién tiene la razón, el Gobierno está decidido a cortar por lo sano. Un proyecto de decreto sobre suministro de medicamentos a las oficinas de farmacia está en marcha. El texto está barajando incluir la prohibición de las importaciones paralelas, imponer sanciones más duras en el caso de incumplimiento de plazos de entrega previstos para días laborales y fines de semana, así como el establecimiento de un circuito de suministro directo desde el laboratorio hasta las oficinas de farmacia en el caso de que las interrupciones se extienden más allá de las 72 horas.

Por el lado de las oficinas de farmacia y los pacientes, el proyecto de decreto suscita un sentimiento encontrado. "No me conviene más que parcialmente", dice Philippe Gaertner, presidente de la Federación de Farmacéuticos de Francia (FSPF). Para él, la forma de resolver el problema de la continuidad de los suministros, se ataca a las exportaciones realizadas por los mayoristas, lo que no parece "una visión muy real de lo que vemos sobre el terreno". Por otro lado, no desea que la farmacia "pague las consecuencias económicas de textos que aumentan las restricciones de los distribuidores". En cuanto al suministro directo por parte de los laboratorios, el presidente de la FSPF juzga el retraso previsto como demasiado largo. "En caso de ruptura, no se puede esperar 72 horas", afirma.

Fuente: Le Quotidien du Pharmacien