Madrid, 20 de julio. Desde el pasado mes de marzo, Ana Revuelta Alonso realiza seguimientos activos de pacientes que se encuentran en tratamiento con fármacos fotosensibilizantes, con especial incidencia en los anticonceptivos orales. Sus resultados reflejan que más de seis de cada diez pacientes ignoran los riesgos de las reacciones cutáneas causados por la medicación. Por eso, esta experta en Atención Farmacéutica y Farmacia Asistencial reclama una buena dispensación activa para alertar a la población e incide desde su farmacia en el uso de fotoprotectores "durante todo el año, no solamente en los meses estivales".
¿Cuáles son los problemas de piel más frecuentes que se detectan en la farmacia?
En la oficina de farmacia suelen ser habituales las consultas relacionadas con la presencia de áreas hiperpigmentadas en la piel, eritemas y quemaduras causadas por una mayor o menor exposición solar.
¿Qué tipo de recomendaciones ofrecéis y dónde se incide más?
Nuestra labor se centra en informar al paciente de los riesgos que conlleva una exposición excesiva al sol y darle indicaciones sobre la protección solar más adecuada para cada uno de ellos teniendo en cuenta el grado de exposición solar, el tipo de piel y la incidencia de los rayos UVI.
Incidimos en aquellas personas que se encuentran bajo tratamiento de medicamentos fotosensibles, haciendo más hincapié en aquellas mujeres que utilizan anticonceptivos orales y no le dan importancia a la utilización de un fotoprotector. Y sobre todo incidimos en las mamás para que tengan en cuenta que la piel de sus pequeños tiene memoria y que una correcta fotoprotección infantil evita el cáncer de piel en la edad adulta.
¿Cree que la población tiene una formación correcta sobre los riesgos de la exposición solar? ¿Cuáles son las lagunas o los errores más frecuentes? ¿Conocen los riesgos de reacciones de fotosensibilidad por medicamentos?
Gracias a la labor del farmacéutico y de las campañas sanitarias realizadas en los últimos años entiendo que la población ha tomado otra conciencia sobre la exposición al sol. Pero queda mucho camino por recorrer. No podemos quedarnos de brazos cruzados y no hacer una atención farmaceútica ante la incidencia de los carcinomas cutáneos, que en los últimos tiempos ha aumentado entre un 3 y un 5 por ciento anual.
Dentro de los grandes errores observamos que sigue existiendo una gran preocupación por no conseguir un bronceado óptimo si utilizamos una fotoprotección alta. La aplicación de la fotoprotección hay que realizarla al menos media hora antes de la exposición solar y renovarla cada hora y después del baño aunque sea waterproof y esto es algo que la población tampoco cumple. Algo importante a tener en cuenta es que la protección solar hay que utilizarla durante todo el año no solamente en los meses estivales.
Los riesgos de reacciones de fotosensibilidad por medicamentos son los grandes desconocidos y aquí esta nuestra labor. La educación sanitaria desde la oficina de farmacia, una buena dispensación activa es esencial para concienciar a nuestra población. No solo fármacos sino también nuestras plantas pueden provocarnos dichas reacciones. El fármaco presente en la piel absorbe luz (especialmente rayos UVA) y forma un producto que se une a las proteínas para formar un antígeno completo, el cual produce la reacción alérgica. Las lesiones tipicas corresponden a eccema con picor, vesículas y exudación que aparecen en zonas expuestas a la luz solar, teniendo en cuenta que si persiste la exposición se extieden a todo el cuerpo. Estas reacciones pueden persistir durante meses o años a pesar de no existir contacto con la sustancia responsable. No debemos olvidarnos de la Fitodermatitis, causada por contacto con las plantas y exposición a la luz solar. Se produce por sustancias fotosensibilizantes (furocumarinas) presentes en diversas plantas como Lima, naranja, naranja amarga, limón, bergamota Perejil, perifollo, apio, chirivía, hinojo, eneldo, zanahorias,manzanilla Mostaza, Higueras (hoja y tallo), hierba de Sanjuán. La erupción aguda cede de manera espontánea pero la hierpigmentación puede persistir durante semanas.
¿Qué aporta la farmacia en este terreno y dónde cree que existe un espacio de mejora o de desarrollo profesional?
La farmacia en este terreno tiene en su mano la mejor labor, la cercanía a la población que tiene el farmacéutico debemos tenerla en cuenta y aprovcharla. No es necesario llevar a cabo con cada persona una atención farmaceútica personalizada, aunque sería lo ideal, pero una buena dispensación activa con un consejo claro y conciso puede hacernos llegar a conseguir nuestra meta, que es que la población actúe con eficacia, eficiencia y efectividad, tres pilares indispensables para llevar a cabo una vida saludable.
¿Hacéis seguimiento de la evolución del paciente?
Hacemos seguimiento de forma activa de aquellos pacientes que se encuentran en tratamiento con fármacos fotosensibilizantes con especial incidencia en los anticonceptivos orales.
¿En qué consisten los estudios de fotobiología que realizáis en la farmacia?
En primer lugar se debe establecer un diálogo con el paciente observando el tipo y estado de la piel y tener en cuenta el tratamiento farmacológico que sigue, el fototipo de su piel, las circustancias y el motivo de consulta, alteraciones cutáneas, edad y condiciones especiales(en cuanto a expocisión solar, es decir, personas que trabajan expuestas al sol, etcétera.
Y ¿cuáles son los resultados?
Alrededor de un 63,2 por ciento de los pacientes ignoraban que su tratamiento era fotosensibilizante frente a un 36,8 por ciento que si lo conocían. Un 44,2 por ciento de mujeres con edad comprendida entre los 20 y los 35 años ignoraba que las pequeñas manchas hiperpigmentadas que aparecían durante el año en la piel eran provocadas por la reacción de fotosensibiliad de los anticonceptivos orales ante la exposición solar. Consideramos que son valores demasiado elevados para nuestra población.
¿Con qué tipo de pieles hay que insistir más?
Debemos de insitir en aquellas personas que se encuentran en un fototipo I o II correspondientes a personas con un tipo de piel muy blanca y blanca respectivamente que corresponden a individuos pecosos, pelirrojos, rubios, ojos claros y pezones poco pigmentados.
¿Qué aprecian más los pacientes? ¿Cuáles son sus dudas más frecuentes?
Lo que más aprecian es el consejo y la atención personalizada, y esto es lo que no debería sorprenderles. No podemos dejar que se pierda la labor del farmacéutico, que es la de dar educación sanitaria desde nuestra oficina de farmacia y esa es nuestra obligación profesional, una dispensación activa detrás de un "buenos dias" es algo tan indispensable como abrir nuestra botica cada mañana.
¿Qué fotoprotectores recomendáis?
La elección del Factor de Protección Solar (FPS) adecuado, vendrá determinado por el tipo de piel (la capacidad de la piel para asimilar la radiación solar se conoce como fototipo), la actividad a desarrollar y el tiempo de exposición; así mismo, existen circunstancias particulares que hacen necesario, más allá del fototipo, la necesidad de utilizar un fotoprotector de FPS alto y muy alto como en el caso de estar embarazada (ya que existe la tendencia de desarrollar manchas), en caso de sufrir un trastorno cutáneo, si está tomando medicamentos fotosensibilizantes, después de un tratamiento con láser, en caso de sufrir un proceso canceroso e incluso en pacientes sometidos a tratamientos de radioterapia o quimioterapia). Desde nuestra oficina de farmacia recomendamos una FPS superior al 30 (un 50+ en las primeras exposiciones estivales) y sobre todo la renovación del mismo cada hora).
¿Hay cremas seguras contra el cáncer de piel? ¿A partir de qué factor de protección podemos sentirnos seguros?
Según la FDA, debemos distinguir entre dos rayos solares: los UVB, responsables de las quemaduras, y los UVA, que provocan cáncer y envejecimiento prematuro. En la etiqueta deberá constar que el producto protege de ambos factores seguido del factor de protección solar (por ejemplo, SPF 20). El valor SPF indica únicamente la protección contra las quemaduras. El resto de adjetivos que podamos añadir a un factor de protección como la resistencia al agua, o al sudor, no previenen del cáncer de piel y tanto es así que a partir del 2012 la FDA obligará a que en los envases se distinga entre las cremas que funcionan contra el melanoma y otros tipos de cáncer de piel y las que no.
No podemos asegurar un número de fotoprotección universal ya que debemos tener en cuenta muchos factores, pero un 30 SPF debería ser la mínima protección utilizada por nuestra población.
¿En qué debemos fijarnos al comprar un fotoprotector?
Debemos fijarnos que indique una protección completa frente a los UVA y UVB y sobre todo entender que el FPS es un número que indica la capacidad del producto para proteger contra los UV, es decir, si utilizasemos un FPS 30 podríamos estar expuestos al sol 30 veces más que sin ningún tipo de protección. Por lo que debemos renovar cada hora nuestra protección solar.
¿Considera que la Unión Europea debería también endurecer la normativa sobre etiquetado, como ha hecho Estados Unidos, para eliminar reclamos publicitarios como ‘resistentes al agua' o factor de protección por encima de 50 que no están probados científicamente?
Ya no el eliminar reclamos publicitarios sino el identificar en cada envase la protección contra los rayos A y B y si nos protege o no contra el cáncer de piel. Entiendo que para el consumidor, si es o no resistente al agua, es secundario frente a la protección contra el melanoma y si no lo es ahí esta nuestra labor como farmacéuticos.
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Portada Nº 53Ana Revuelta Alonso cree que, gracias a la labor del farmacéutico y de las campañas sanitarias realizadas en los últimos años, "la población ha tomado otra conciencia sobre la exposición al sol". Pero también advierte que "queda mucho camino por recorrer. No podemos quedarnos de brazos cruzados y no hacer una atención farmaceútica ante la incidencia de los carcinomas cutáneos, que en los últimos tiempos ha aumentado entre un 3 y un 5 por ciento anual", asegura en esta entrevista.
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