Viernes, 19 de abril de 2024

Fritz Oesterle abandona Celesio

La sentencia europea contra las cadenas de farmacia acaba con el líder del grupo distribuidor

Berlín, 25 de marzo. Celesio es Fritz Oesterle o solía serlo. El director general, con un doctorado en leyes, ha liderado la compañía distribuidora alemana durante 12 años. Bajo su dirección, Celesio se convirtió en el número 1 del mercado europeo, pero fue eventualmente superada por aquellos competidores que habían seguido su estela durante años. Oesterle y Celesio: eso significa cadenas de farmacias, el Tribunal de Justicia de la UE y, más recientemente, la joint venture con Medco. Ahora abandona el consejero delegado que algunas veces fue más estratega que empresario, más lobista que líder de una compañía.

Oesterle nació en Stuttgart en 1952 y estudió derecho en la Universidad de Turingia. En 1989, Oesterle junto con un socio, fundó la firma Oppenländer, que 20 años más tarde representó la farmacéutica del Sarre Helga Neumann-Seiwert ante el Tribunal de Justicia de la UE contra la filial de Celesio DocMorris. Como abogado en los años noventa, Oesterle representó a un grupo de farmacéuticos en desacuerdo con la regulación del derecho farmacéutico, así como al mayorista Gehe, con sede en Stuttgart.

Gehe reconoció el talento estratégico y legal del abogado y lo envió a la Escuela de Negocios de Harvard en 1998, para finalmente hacerle consejero delegado. Gehe acababa de decidir la adquisición de intereses en el extranjero y Oesterle iba a hacer del distribuidor un jugador en el mercado internacional. Así fue cómo Gehe se convirtió en Celesio en 2002.

Los negocios fueron bien, durante años hasta el final Oesterle fue capaz no sólo de reportar datos record, sino también de gastar más dinero en adquisiciones especialmente en Europa occidental. Como jefe de una compañía cotizada, a Oesterle le faltó la libertad del responsable de Phoenix, Scheifele. Sin embargo, el derecho farmacéutico -la especialidad de Oesterle- puso límites en la expansión de las cadenas. Así, en el verano de 2004, Celesio presentó una queja a la Comisión Europea sobre la prohibición italiana al veto de la propiedad de farmacias por parte de terceros.

Oesterle se dio cuenta que algo tenía que cambiar, así que comenzó a tirar de la cuerda. Hizo de Matthias Keinert, ex secretario de Estado en el Ministerio de Estado de Baden-Württemberg y director de política y relaciones externas en Daimler, jefe de los lobistas. Desde 2004, los políticos tenían vía directa a la puerta de Celesio.  Desde 2006, Oesterle también estableció contactos con el consul honorario británico.

A finales de abril de 2007, en la junta de accionistas en Stuttgart, Oesterle anunció que había comprado DocMorris. Sin embargo, desde el comienzo del proceso del TJUE sobre la filial de DocMoris en Saarbrücken, la farmacia holandesa de venta a distancia se había convertido el peor enemigo de los farmacéuticos alemanes. Mientras la prensa lo apoyaba y los inversores mantenían la orden de compra, los clientes tenían suficiente.

La prensa económica estaba a favor del simpático consejero delegado que se enfrentó  a los farmacéuticos en apariencia poderosos, también conocidos como sus clientes. Cualquier cosa que preocupara en el mercado de la farmacia, Oesterle estaba detrás. Asumió riesgos y no perdió ninguna oportunidad para hablar mal del sistema vigente y reclamar reformas. Y trabajó: él era el nuevo diseñador, el revolucionario, el temerario, el piloto de coche de carreras, el guardabosques aficionado que maneja la motosierra. Hasta el 19 de mayo de 2009.

Cuando el TJUE dictó sentencia sobre la prohibición de la propiedad de las farmacias en manos de terceros, las cosas se convirtieron en difíciles para Oesterle. En el momento, el abogado elevó la causa de ambos pleitos y puso todos los huevos en la misma cesta. "No perdimos, simplemente no ganamos". Oesterle habló de "gran claridad" y de "planificación fiable". ¿Qué más podía decir? Cuando el consejero delegado de DocMorris, Ralf Däinghus, abandonó, muchos también anticiparon la salida de Oesterle.

Pero Oesterle permaneció. A pesar de las cifras en rojo y la amortización de más de 500 millones de euros que, de todas las cosas, golpeó sus farmacias. Un año más tarde, podría vislumbrarse un plan B: no muy creativo, pero flexible, Oesterle quería adoptar el modelo Americano. Fue más hacer virtud de la necesidad. Antes de operar sus propias filiales, Celesio se está posicionando ahora como un centro de organización y de interconexión entre aseguradoras y farmacias. Celesio, como suministrador y comprador, las farmacias en medio. Medco es un socio empresarial fuerte, del Partido demócrata y un buen contacto en política. Sólo que Oesterle no va a estar presente. Haniel está buscando un nuevo líder para la nueva compañía, uno con menos carácter y menos apetito por el riesgo.

Fuente: Pharma Adhoc.

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Portada Nº 50
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Después de la sentencia del TJUE que cerró el paso a las cadenas de farmacia, Celesio busca salidas a su expansión y deuda posicionándose ahora como un centro de organización y de interconexión entre aseguradoras y farmacias.

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