Madrid, 3 de abril de 2024. "No hay evidencia de que los productos de CBD reduzcan el dolor crónico", advierten los autores de un estudio publicado en la edición de abril de
The Journal of Pain. Las conclusiones de los investigadores de las universidades de Bath, Oxford y Alberta en Canadá se basan en el metaanálisis de 16 ensayos aleatorizados realizados hasta finales de 2023, que evalúan la eficacia del CBD de grado farmacéutico en el tratamiento del dolor.
El examen de los productos de CBD disponibles en América del Norte y Europa demuestra, además, que el contenido de este cannabinoide puede variar de cero a mucho más de lo que se anuncia y que, a menudo, se incluyen otras sustancias químicas potencialmente dañinas. El daño grave está asociado con las sustancias químicas que se encuentran en los productos de CBD, en forma de aceites, tinturas, vaporizador, crema tópica, comestible como ositos de goma o incluso refrescos que se dirigen tanto a niños, como adultos y ancianos.
Un grupo de trabajo de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor de 2021 examinó la evidencia de los cannabinoides y el dolor, pero no encontró ensayos de CBD.
Posteriormente, se han publicado 16 ensayos aleatorizados de CBD que utilizan CBD suministrado por productos farmacéuticos o que elaboran preparaciones a partir de dicha fuente y con el dolor como resultado.
Los ensayos se llevaron a cabo en 12 estados de dolor diferentes, utilizando 3 administraciones orales, tópicas y bucales/sublinguales, con dosis de CBD entre 6 y 1.600 mg, y duraciones de tratamiento entre una dosis única y 12 semanas.
Quince de los 16 ensayos no mostraron ningún beneficio del CBD sobre el placebo. Los pequeños ensayos clínicos que utilizan CBD verificado sugieren que el fármaco es en gran medida benigno; aunque faltan pruebas de seguridad a gran escala, cada vez hay más pruebas que relacionan el CBD con un aumento de las tasas de eventos adversos graves y hepatotoxicidad.
En enero de 2023, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) anunció que se necesitaba una nueva vía regulatoria para el CBD. Los consumidores y los proveedores de atención médica deben confiar en fuentes de información basadas en evidencia sobre el CBD, no solo en anuncios.
Fuente: The Journal of Pain