Madrid, 30 de enero. El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Manuel Martínez del Peral, abordó el pasado 16 de enero las novedades de la Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid (LOAF), una norma que, según señaló, “nos incluye y afecta a todos, a los farmacéuticos y al resto de profesionales sanitarios, a los pacientes y al conjunto de la población, en el cuidado de la salud y la calidad de vida de las personas”.
Martínez del Peral recalcó que la nueva Ley de Farmacia “es una excelente noticia para los ciudadanos en general y los pacientes y los profesionales sanitarios en particular, ya que responde a muchas necesidades sanitarias y sociales de la población, como las relacionadas con el envejecimiento, la dependencia, el acceso seguro y cercano a los tratamientos o la prevención”.
En su intervención en un encuentro organizado por el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid sobre la LOAF, que contó con la participación de la directora general de Inspección, Ordenación y Estrategia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Elena Mantilla, y la moderación de Nuria Amarilla Mateu, presidenta de la Sección de Derecho Farmacéutico del ICAM, el presidente del Colegio se refirió a los nuevos instrumentos que la norma ofrece a los farmacéuticos para conseguir los mejores resultados en salud para los pacientes.
Nuevas competencias y servicios farmacéuticos
La nueva regulación, que entró en vigor el pasado 23 de diciembre, ofrece un gran apoyo sanitario a los pacientes crónicos y agudos, a las personas que están polimedicadas o a la población dependiente al ampliar, por ejemplo, las funciones de las oficinas de farmacia y el rol sociosanitario de los farmacéuticos en la prevención de enfermedades, la promoción de hábitos de vida saludables o en el seguimiento farmacoterapéutico.
Instrumentos como la extensión de los sistemas personalizados de dosificación o la creación del Historial Farmacológico del usuario, que recogerá la información relevante de la medicación indicada, prescrita y dispensada al paciente por cualquier prescriptor o dispensador del sistema sanitario, ya sea público o privado, “permitirán reforzar el cumplimiento de los tratamientos, su efectividad y seguridad, además de fomentar la cooperación de la farmacia comunitaria con los niveles de Farmacia Hospitalaria y Atención Primaria, pudiendo así detectar y evitar posibles reacciones adversas a los medicamentos, identificar duplicidades terapéuticas o conciliar los tratamientos del paciente tras el alta hospitalaria, entre otras muchas ventajas”, resaltó Martínez del Peral.
Los ciudadanos podrán acceder, además, a servicios especializados del farmacéutico sobre nutrición, dietas y hábitos saludables, o conocer las interacciones de los alimentos con la medicación, entre otras ventajas, gracias a la apertura de la nueva sección de Nutrición y Dietética en las oficinas de farmacia, que se suma a las existentes de Ortopedia, Análisis Clínicos, Óptica y Audioprótesis.
Uno de los grupos de la población que se verá beneficiado por la ley madrileña son las personas en “situación de dependencia o discapacidad con pérdida de autonomía funcional y con dificultad o impedimento para desplazarse a la oficina de farmacia de su elección”. Estos ciudadanos podrán solicitar la atención farmacéutica domiciliaria, una prestación que atiende una necesidad social básica como es la soledad y la dependencia. “El servicio lo prestará, en exclusiva, un farmacéutico de la oficina de farmacia y requerirá de un desarrollo reglamentario para ser efectivo”, recordó.
“Una ley pensada y dirigida a los ciudadanos”
Martínez del Peral agradeció el papel desempeñado por la Consejería de Sanidad y, en especial, el trabajo de Elena Mantilla durante la elaboración de una ley “pensada y dirigida a los ciudadanos” y que, en su opinión, “sabe utilizar los recursos que ofrece la red de oficinas de farmacia y aprovecha su potencial para prestar un mejor servicio a los ciudadanos”.
Igualmente, instó al Gobierno madrileño a desplegar la nueva regulación en todo su alcance, mediante el desarrollo de los reglamentos previstos en la norma, con el fin de mejorar la prestación farmacéutica que reciben los madrileños.
“Gracias a la nueva ley, los ciudadanos van a sentirse más apoyados por sus farmacéuticos en el cuidado de su salud, porque nos da la oportunidad de implicarnos más a fondo y de colaborar con mayor eficacia y respaldo normativo en la mejora de la salud de las personas”, concluyó Martínez del Peral.