París, 26 de octubre. Apenas un mes después de la decisión del Tribunal de Apelación de París, sucedió lo que más temían los farmacéuticos franceses. DocMorris ofrece una campaña publicitaria en TF1 después de que las farmacias online europeas estén autorizadas a publicitarse en suelo francés.
Ahora nada puede detener a las farmacias online europeas en el mercado francés. Lo que predijo la Unión de Grupos de Farmacias Comunitarias (UDGPO) a mediados de septiembre, ya es una realidad. El domingo, a las 21:00 horas, en prime time, los farmacéuticos vieron en sus pantallas de televisión un anuncio publicitario de la farmacia holandesa online DocMorris.
El spot mostraba sobriamente el nombre del sitio, subrayado por los colores de DocMorris. “Todo estaba dicho”, describe, molesto, un farmacéutico de Saboya. “Cuando vi este comercial en TF1, justo antes de la película, estaba disgustado. Los farmacéuticos extranjeros pueden hacer lo que quieran en territorio francés y mañana, como un buen soldadito, ¡volverás a hacerte pruebas antígenas”, sentencia Jean-Michel Amar.
Para este farmacéutico, como para muchas otras farmacias, la publicidad realizada por la farmacia electrónica holandesa es la gota que colma el vaso. Con un acento de provocación, tanto más desagradable cuanto que la profesión emerge exhausta de la lucha contra la COVID. Molestos, los farmacéuticos se sienten como “los pavos de la farsa”. Estas incursiones promocionales en las pantallas francesas podrían parecer una farsa en un paisaje donde cada inserción en la prensa local está medido al centímetro y en un contexto en que los farmacéuticos online franceses deben respetar unas normas muy estrictas en materia de publicidad y entrega online de medicamentos, en cantidades limitadas y mediante un cuestionario de salud.
Se trata de obligaciones que sus homólogos europeos no tienen. “El desequilibrio es completo, es omnipresente”, denuncia Cyril Tétart, presidente de la Asociación Francesa de Farmacéuticos Online (AFPEL).
“¿Cómo hemos llegado a tal mascarada?”, se pregunta la profesión. Ganadores ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, los farmacéuticos franceses se sienten hoy defraudados por su Gobierno. Si bien a este último le bastaba con notificar a los demás Estados miembros las normas de comunicación y publicad vigentes en el mercado farmacéutico francés para que fueran respetadas en Francia, París se abstuvo de este planteamiento.
A esta situación no se ha llegado por no advertirlo, pedido, incluso rogado al Ministerio de Salud desde el pasado mes de junio. Asociaciones, sindicatos y estudiantes enviaron una carta conjunta al ministro de Salud, Olivier Véran, que sigue siendo letra muerta hasta el día de hoy.
La inercia del Estado francés no es la única que desafía a los farmacéuticos. El silencio ensordecedor de la Orden Nacional de Farmacéuticos no deja de cuestionar los motivos de la autoridad sanitaria. Jean-Michel Amar está aún más molesto cuando los farmacéuticos, totalmente amordazados, enfrentan las restricciones de comunicación de la Orden a diario. “Ni siquiera tenemos derecho a darles a nuestros clientes certificados de regalo distribuidos por los municipios. Estamos excluidos de estas operaciones que realizan las comunidades con el pretexto de que esto nos anunciaría. ¡Pero que los extranjeros se comuniquen por televisión en horario de máxima audiencia no molesta a nadie!”, denuncia.
Ante la inacción por parte de las autoridades, se cumplieron, por tanto, todas las condiciones para que las farmacias online europeas se precipitaran al bulevar que se les ofrece. En la búsqueda del mercado francés durante varios años, solo estaban esperando una falla. Francia también ha sido un campo de juego familiar para ellos desde 2019, cuando Lagardère vendió Doctipharma a la cadena farmacéutica suiza Zur Rose, que no es otro que el propietario de DocMorris, y de paso de la española Promofarma. Esto no es indiferente, porque la oferta del mercado francés por DocMorris podría pasar por la Península Ibérica.
Y mañana la receta electrónica
Para perfeccionar su estrategia, Zur Rose anunció el jueves que DocMorris (anteriormente, Doctipharma en Francia) se convierte en la marca paraguas bajo la cual el grupo operará ahora en Europa. Por lo tanto, DocMorris tiene como objetivo desarrollar su modelo de mercado de parafarmacia francés hacia una aplicación completa de los servicios de e-salud. Se trata, por lo tanto, de un ecosistema completo de servicios de cibersalud que surgirá de esta estrategia.
“La aplicación de DocMorris se lanzó en julio de 2021 en Francia y se desarrollará ampliamente en el futuro”, explica David Maso, director de DocMorris France. Precisa que el próximo objetivo de la empresa en Francia será completar su oferta con un servicio de e-prescripción como en Alemania.
Y no crean que Shop Apotheke, otra farmacia holandesa online a través de la cual sucedió todo, permanece al acecho en las sombras. Ya tiene cabeza de puente en el mercado francés, aunque solo sea por la presencia de su filial NU3, que distribuye sus complementos alimenticios en Monoprix y ahora en las tiendas Carrefour.
El círculo parece ahora cerrarse. Pero aún puede saltar. Todavía tenemos que convencer al Gobierno y a la Orden de Farmacéuticos de que su pasividad no solo perjudica a las farmacias online francesas. La red de farmacias en su conjunto, y más allá de la Salud Pública, podrían ser las próximas víctimas de estos colectivos cuyas ambiciones se manifiestan claramente con el riesgo de que mañana, en lugar de las farmacias holandesas, aparezca Amazon Pharmacy en las pantallas de nuestros televisores.
La campaña televisiva está acompañada de un cartel creado por la Agencia Pavlov, bajo el lema “La salud que amo”. Se retransmitirá durante dos meses, a razón de un anuncio de 20 segundos y varios anuncios de 10 segundos en distintos canales franceses de los grupos TF1 y M6.
Zur Rose tiene más de 10.5 millones de clientes en Europa y facturó más de 1.634 millones de euros en 2020. Su actividad aumentó el 14,4% el año pasado, según datos de la compañía.
Fuente: Le Quotidien du Pharmacien