Exposición: 'Madrid 1898, farmacéuticos en la brecha'  

Madrid, 27 de octubre. “Queremos dar visibilidad a los nueve farmacéuticos que formaron parte de la primera Junta de Gobierno en 1898. Titulados, profesionales con oficina de farmacia que de alguna manera representaron distintos sectores o especialidades de la práctica farmacéutica, bien desde la farmacia rural, o desde la universidad, o formando parte de la beneficencia municipal y que aportaron su mejor saber y entender a una institución que empezaba a dar sus primeros pasos en 1898”, explica la historiadora Marta García Garralón, quien añade que “veremos cómo los farmacéuticos son capaces de desarrollar estrategias conjuntas para abordar los problemas de la farmacia, estrategias que en algunas cuestiones logran importantes éxitos en la defensa de los intereses profesionales”.

El departamento de Archivo del COFM ha llevado a cabo una exhaustiva labor de investigación plasmada en la exposición Madrid 1898, farmacéuticos en la brecha, donde se abordará el nacimiento del Colegio Provincial de Farmacéuticos de Madrid que dio lugar a una nueva corporación profesional, diferenciada del antiguo y tradicional Colegio que, a partir de entonces, se dedicó a labores puramente científicas.

El Madrid de las boticas

La exposición se centra en un contexto histórico convulso, con cambios económicos y políticos que cambiarán el devenir de la Historia. También se dedica un espacio al Madrid castizo, el Madrid de las boticas, donde latía un fuerte movimiento asociacionista que agrupaba a científicos, intelectuales, escritores y a los profesionales. El Madrid de entonces era una capital en la que había muchas calles sin asfaltar, plagadas de mendigos, donde se circulaba en tranvías, bicicletas, coches de caballos, carretas y los primeros coches, y la Prensa vivió su edad dorada, tanto la generalista como la especializada.

Otro de los aspectos que aborda la exposición es la relación entre farmacia y literatura. “Hemos dedicado una parte de la exposición a las boticas del XIX que tuvieron reflejo en la literatura. Especialmente, la obra de Galdós se convierte en una extraordinaria ventana a través de la cual vemos el Madrid de las boticas y su tratamiento, que el escritor denominó como “la humanidad doliente”. Pensamos que la fusión de farmacia y creación literaria es una forma alternativa de abordar cómo era la preparación y elaboración de medicamentos, y la atención farmacéutica en la sociedad madrileña de aquellos años”, comenta Raúl Renau López, archivero del COFM.

Recorrido virtual por las farmacias madrileñas

Para completar el recorrido a pie de calle por los municipios de la provincia, se ha elaborado un mapa con las farmacias que estaban abiertas al público en 1898. Renau López explica que “es muy interesante la disposición de las farmacias en una época en la que no existía distancia mínima entre ellas. En el mapa interactivo puede verse cómo se apelotonaron en las principales calles de las ciudades, mientras que quedaba desabastecido el extrarradio”.