Indignación por el sesgado homenaje de Estado a 125 profesionales sanitarios  

Madrid, 21 de julio. La Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid expresó, el pasado 16 de julio, “su profundo dolor e indignación con el Gobierno de la Nación por su nuevo desprecio hacia la profesión farmacéutica”, tal y como denunció públicamente ante los medios de comunicación.

“Resulta lamentable observar cómo nuestro Gobierno solo brinda homenaje a 125 profesionales sanitarios como víctimas de la lucha frente a la COVID-19 en el ejercicio de su profesión y solo pone el foco en los profesionales sanitarios del ámbito público, mientras la población y la opinión pública siempre han mostrado su reconocimiento y agradecimiento a los farmacéuticos de hospital; de Salud Pública; de la industria y la distribución, gracias a los cuales nunca hubo desabastecimientos de medicamentos; de los laboratorios de análisis clínicos, y de las oficinas de farmacia, primer lugar al que sanitariamente el ciudadano acudía durante el confinamiento y en los meses más duros de la pandemia, más aún en aquellos lugares en los que los centros de salud permanecían cerrados”, recuerda en la carta enviada a los colegiados.

En esta misma línea, la Junta de Gobierno del COFM considera que “el sesgado homenaje es un insulto a nuestros compañeros farmacéuticos y técnicos en Farmacia fallecidos, a su profesionalidad, dedicación y vocación de servicio al público, y a los que nosotros seguimos llorando”.

Por último, la Junta de Gobierno se propone “hacer todo lo que esté en sus manos para que a nuestras 17 víctimas les sea concedida la Gran Cruz del Mérito Civil” por “entregar lo más preciado que tiene el ser humano, su propia vida; anteponer su deber a su seguridad; actuar de acuerdo a su conciencia cívica y solidaria, y dar lo mejor de sí mismos, aportando como profesionales todo lo que sabían y, humanamente, todo el coraje y la voluntad que pudieron”, tal y como expuso el Rey Don Felipe durante el acto celebrado en la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, frente a la catedral de La Almudena.