Francia. Epidemia de atracos y de mala educación en el mostrador de la farmacia

El número de asaltos aumenta un 60% en comparación con el mismo mes del año pasado

París, 7 de abril. Si la actividad oficial disminuye, la tensión en el mostrador aumenta, como lo demuestra el número de ataques reportados al Consejo Nacional de la Orden de Farmacéuticos (CNOP) desde el inicio del encierro. Mala educación, amenazas, falta de cortesía ... los tiempos son difíciles para los farmacéuticos.

Los números hablan por sí mismos. Según las estadísticas del Consejo Nacional de la Orden de Farmacéuticos (CNOP), el número de atracos reportados desde el inicio del confinamiento ha aumentado en aproximadamente un 60% en comparación con el mismo período del año pasado.

"Recibimos 30 informes de asaltos la semana pasada, tanto como para todo el mes de marzo de 2019", dijo Alain Marcillac, referente de seguridad para el CNOP y titular en Châtillon (Altos del Sena). Deseando protegerse a toda costa ante la epidemia, las personas están dispuestas a hacer cualquier cosa para obtener máscaras, gel hidroalcohólico o Plaquenil. "Los farmacéuticos han sido amenazados con un cuchillo. Al menos tres casos de agresión física nos han sido reportados en los últimos días. Un farmacéutico incluso se encontró totalmente incapacitado para trabajar (ITT) durante un período de 4 días", detalla Alain Marcillac, quien también ha descubierto una nueva "moda "en los últimos días, escupiendo como intimidación si el farmacéutico se niega o no puede satisfacer una solicitud.

Actos de agresión no publicados que dan testimonio de la situación excepcional en la que el país se encuentra durante tres semanas. Como señala Alain Marcillac, muchos de sus colegas también sienten un sentimiento general de inseguridad, que aumenta aún más los fines de semana y durante los guardias. Especialmente, porque los robos no se reducen, especialmente en Hauts-de-France y en la región de París.

Los pacientes dejan su educación en casa

La falta de cortesía mostrada por algunos visitantes también es difícil de soportar, como lo lamenta Alain Marcillac. "Ir a la farmacia se ha convertido en una especie de caminata diaria. Cuando tratamos de explicar a algunas personas que no deben venir por un sí o por un no, lo toman mal y pueden dejarse llevar. Sin llegar a ser agresivos, algunos visitantes ansiosos olvidan todas las formas de cortesía cuando se encuentran en el mostrador. "El confinamiento no ayuda a aliviar las tensiones, causa mucho nerviosismo en algunas personas", señala Carine Wolf-Thal, presidenta del CNOP.

Aunque enfrentan muchas dificultades, los farmacéuticos están cansados ​​y son menos pacientes de lo habitual. La más mínima chispa puede hacer que la situación sea eléctrica. La cobertura mediática extrema y el flujo de información constante también puede causar estrés y confusión. Algunas decisiones no siempre han sido bien entendidas por el público en general. Como lo demuestran los numerosos testimonios de farmacéuticos en las redes sociales, lamento tener que explicar varias veces durante el día que Doliprane no se ha liberado, que las mascarillas están reservadas para profesionales de la salud y que no pueden entregar Plaquenil en la primera esquina Una obligación permanente de justificar que resulta psicológicamente agotador para la farmacia.

Fuente: The Pharmacist's Daily n ° 3593