Madrid, 29 de mayo. El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Luis González Díez, aprovechó el debate organizado por CEIM con los portavoces de Sanidad de los cuatro partidos políticos representados en la Asamblea de Madrid, el pasado 16 de mayo, para reivindicar el trabajo de los farmacéuticos y, en especial, de las oficinas de farmacia de barrio y de las zonas rurales. "Les voy a pedir una cosa, piensen en las farmacias VEC, piensen en las farmacias de barrio, piensen en un servicio sanitario subvencionado", instó durante su intervención en la CEOE.
En el turno de preguntas, Luis González recordó a los representantes políticos la difícil situación económica que atraviesan las oficinas de farmacia en muchas áreas rurales, donde la única autoridad sanitaria es el farmacéutico. "Las farmacias queremos seguir dando servicio", reclamó para subrayar, a continuación, que "es un sector que no recibe quejas, no hay listas de espera y se atiende exactamente igual a todo el mundo".
El presidente del Colegio agradeció a los cuatro representantes políticos su voluntad de colaborar en la próxima Ley de Farmacia y se puso a disposición de los grupos para trabajar en esta dirección en la próxima legislatura. "Desde el Colegio tienen absolutamente las puertas abiertas para todo lo que sea colaborar para seguir dando uno de los mejores servicios sanitarios que tiene la Comunidad de Madrid", señaló.
A escasos días de la celebración de las elecciones autonómicas, municipales y europeas, los portavoces políticos de Partido Popular, PSOE, Ciudadanos y Más Madrid mantuvieron un intenso encuentro sobre el estado de la sanidad en la Comunidad de Madrid. La política farmacéutica, y en especial el proyecto de Ley de Farmacia impulsado por el Gobierno regional, centraron en buena parte el debate.
La atención farmacéutica domiciliaria recogida en el proyecto de ley sigue siendo el punto que más separa a las formaciones. El portavoz de Sanidad del PP, Eduardo Raboso, fue claro en su respuesta y en el interés que debe primar en cualquier regulación: "más que todas esas leyes y todas esas competencias me preocupa la abuela que prácticamente no se puede mover para ir a recoger sus pastillas de la tensión". Raboso se refería al problema de competencias alegado, entre otros, por el representante de Ciudadanos, Enrique Veloso, a la hora de oponerse a esta opción sin disponer de un marco legal para desarrollar la atención domiciliaria. Los portavoces de PSOE y Más Madrid fueron más contundentes. "No está en sus competencias", apuntó el representante socialista José Manuel Freire, mientras que Mónica García se mostró en contra de que los farmacéuticos "vayan al domicilio de los pacientes", un área reservada, en su opinión, a los profesionales de Atención Primaria que trabajan en la sanidad pública.
Más allá de la atención domiciliaria, la portavoz de Sanidad de Podemos en la Asamblea y ahora en Más Madrid, señaló que la ley "actualiza cuestiones imprescindibles para la oficina de farmacia". Mónica García sí admitió la necesidad de promover una colaboración estrecha con Primaria e incidió en la necesidad de "alinear los intereses empresariales o de las corporaciones privadas con los representantes del bien público". "No es un agregado de demandas e intereses", reivindicó.
El representante de Ciudadanos, Eduardo Veloso, defendió la necesidad de aprobar una nueva regulación en la Comunidad de Madrid después de que su formación vetara el proyecto presentado en la Asamblea por entender que no disponía de suficiente consenso político, profesional y social, según aseguró en su intervención. "Creemos que es necesaria una nueva Ley de Farmacia que dé protagonismo al farmacéutico", apuntó para reconocer que los profesionales "hasta ahora no se han sentido valorados en sus funciones". En su opinión, el nuevo marco legal debe desarrollar el papel del farmacéutico como profesional sanitario en coordinación con el resto de profesionales. Asimismo abogó por integrar a los farmacéuticos en la política de cronicidad, seguimiento de los pacientes polimedicados o la dependencia. Para ello consideró imprescindible abrir la posibilidad de acceder a la historia farmacoterapéutica, así como potenciar las oficinas de farmacia en pequeños núcleos de población, ya que son "el único personal sanitario disponible que presta una atención de proximidad". También instó a promover un papel más activo en salud pública y en la atención a colectivos en riesgo de exclusión. A cambio, Veloso pidió a los farmacéuticos "que se sometan a evaluación por parte de la Administración".
El portavoz de Sanidad del PSOE, José Manuel Freire, aprovechó su turno de palabra para insistir en su rechazo a dotar al sector de un nuevo marco legal. "Si no está estropeado, no lo arreglemos", recordó. En su opinión no hace falta una ley para cambiar los horarios de atención de las oficinas de farmacia, sino un decreto. En relación con la atención farmacéutica domiciliaria, "no es parte de las competencias de los farmacéuticos", aseguró. Freire emplazó al Gobierno regional a desarrollar la ley vigente.
El portavoz de Sanidad del PP, Eduardo Raboso, reprochó al resto de partidos su falta de apoyo a la hora de aprobar el proyecto impulsado por el Gobierno popular que actualiza una regulación que data de 1998. "No hacer nada es no apoyar a la farmacia", sostuvo para defender también que "había plazo de sobra, lo que no había era voluntad política". El proyecto presentado tenía detrás "muchos años de elaboración y muchas aportaciones de distintos agentes y sectores" y animó al resto de grupos políticos a aprovechar la oportunidad de tramitar la ley en la próxima legislatura.
Fuente: COFM
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