Madrid, 22 de enero. La Federación Internacional Farmacéutica propone verificar el uso de los medicamentos y el grado de adherencia a los tratamientos prescritos de los pacientes mediante revisiones de medicación domiciliaria realizadas por farmacéuticos, entre otras medidas para identificar y gestionar la polifarmacia. Es una de las medidas recogidas en el informe titulado ‘Uso de medicamentos en personas mayores: El papel de la farmacia en la promoción de la adherencia', impulsado por la española Carmen Peña durante su mandato al frente del organismo mundial que representa a más de cuatro millones de farmacéuticos.
Las revisiones de la medicación en el hogar brindan a los farmacéuticos la oportunidad de "investigar los problemas que los pacientes encuentran con sus medicamentos y sugerir formas de gestionar la polifarmacia, las interacciones entre medicamentos y las complicaciones relacionadas", señalan los investigadores de la Escuela de Farmacia de Sídney y de la Facultad de Medicina y Salud de la Universidad de esta misma ciudad que han elaborado el informe recientemente traducido por el Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos.
Dentro de esta actuación a domicilio, los autores apuntan también que los profesionales pueden así evaluar el uso de los medicamentos de venta libre y los medicamentos alternativos, para considerar si pueden interactuar o no con los fármacos prescritos a los pacientes.
La actuación domiciliaria de los farmacéuticos es una de las claves para mejorar el cumplimiento de los tratamientos por parte de las personas mayores, un problema de salud pública mundial y una de las causas más importantes del fracaso terapéutico que genera además un elevado coste económico. "Las consecuencias de la falta de adherencia son más grandes en las personas mayores porque a menudo requieren múltiples medicamentos para afecciones crónicas con comorbilidades, y a menudo tienen mayor dificultad para controlar sus medicamentos debido a la disminución de la función cognitiva, la memoria, la movilidad y la destreza manual", recuerdan los expertos.
Además de la revisión de los tratamientos, los investigadores abogan por mantener los regímenes de medicación tan simples como sea desde el principio, proporcionar sistemas personalizados de dosificación que ayuden a los pacientes o cuidadores a tomar el medicamento correcto en la dosis correcta en el momento correcto y a llevar un registro de lo que han o no han tomado. Otras actuaciones son proporcionar recordatorios, tanto para tomar medicamentos como para obtener y surtir recetas privadas.
Los investigadores constatan también algunas barreras importantes de tiempo y logística para extender actuaciones como las revisiones farmacoterapéuticas en el hogar, ya que consumen mucho tiempo y desvían de su carga de trabajo de dispensación. Su efectividad depende en buena medida de la buena relación de trabajo entre el farmacéutico y el médico del paciente. En cualquier caso, "cuando estos problemas logísticos se pueden superar, las revisiones farmacoterapéuticas son un mecanismo excelente para la gestión de la polifarmacia", sostienen los investigadores.
El informe se hace eco de algunas de las experiencias desarrolladas en el área de la atención domiciliaria, caso de Australia y Singapur, aunque no menciona los distintos programas impulsados por países europeos.
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