Italia. La farmacia rural pide ayudas y el reconocimiento de su papel

La presidenta de los farmacéuticos rurales expone al Gobierno la situación para frenar la despoblación del territorio

29 de agosto. La presidenta del Sindicato Unitario de Farmacéuticos rurales de Italia (Sunifar), Silvia Pagliacci, remite una carta abierta al vicepresidente del Consejo y ministro de Trabajo y Desarrollo Económico, Luigi Di Maio, donde pide una reunión para ilustrar la realidad de las pequeñas farmacias rurales y verificar juntos cómo se puede sostener este servicio en el futuro, de forma que la población tenga acceso a una prestación más completa y eficiente que evite la despoblación del territorio.

"La cruz verde de la farmacia es la única luz que queda para iluminar por la noche los callejones de los muchos pueblos pequeños de nuestro territorio rural y de montaña", una presencia que hay que "apoyar" y "mejorar", reclama la presidenta de Sunifar. 

En la carta, fechada el 6 de agosto pero publicada el 28 de agosto en el sitio web de Federfarma, Silvia Pabliacci expone a Di Maio cómo "la defensa verdadera y definitiva del Estado permaneció en los pequeños y muy pequeños centros de nuestro país" y "la farmacia, ya que las oficinas de correos están reduciendo su presencia en el territorio, mientras que las farmacias están siempre ahí, incluso en zonas con unos pocos cientos de habitantes para garantizar la dispensación de medicamentos, servicios de salud, asistencia y consuelo a favor de la población que reside allí, compuesta en su mayoría por personas mayores, para quienes las farmacias son el único punto de referencia". Es una garantía que ofrece la actual regulación del sector, "que obliga a las farmacias a cubrir el territorio que se les asigna" para seguir prestando el servicio farmacéutico a la población. 

La presidenta de Sunifar recuerda que, de las 19.000 oficinas de farmacia abiertas en Italia, las farmacias rurales, es decir, las que operan en municipios con menos de 5.000 habitantes, son casi 7.000. "De ellas, unas 4.700 son farmacias rurales subvencionadas, que sirven a municipios o localidades con menos de 3.000 habitantes, y que por el hecho de operar en dificultades económicas y sociales deben recibir de las regiones apoyo financiero". Sin embargo, se lamenta esta farmacéutica, en muchos casos estas ayudas "son una burla y se reducen a una cantidad verdaderamente ridícula". 

Pagliacci pide, en consecuencia, una reunión con el viceprimer ministro para sostener este servicio en el futuro y buscar que la población tenga acceso a una prestación más completa y eficiente que evite la despoblación del territorio.

Fuente: Il Farmacista