Autocuidado: apuesta acertada por “Alli”

Más de 200.000 pacientes han recurrido al tratamiento contra el sobrepeso de GSK

París, 3 de mayo. Un año después de su comercialización, el éxito comercial del medicamento estrella contra el sobrepeso ocupa un lugar preferente en el consejo farmacéutico.

El medicamento "allí" celebra esta semana su primer aniversario en el mercado francés y europeo. Después de su lanzamiento en mayo de 2009 como producto de autocuidado para el gran público, el orlistat de GSK se ha beneficiado de un apoyo promocional sin precedentes. En ocho meses, las ventas en farmacia han superado las 485.000 unidades, de las que 355.000 son envases de 84 cápsulas, según IMS Health. Esta presentación ha reportado 20 millones de euros (cerca de 25 millones gracias a las dos referencias), la mitad de la cifra de negocios de los productos de automedicación lanzados en 2009 (76 referencias). En total, según el laboratorio, más de 200.000 pacientes, de entre 35 y 45 años de media, han recurrido a este tratamiento. La marca se ha situado en el tercer puesto del ránking de OTC en Europa, después de su conquista de España, Italia, Reino Unido y Alemania. Impresionante para una molécula que no es realmente nueva. "La novedad es su puesta a disposición", afirma Martine Frey, directora médica y de márketing del laboratorio.

Según Frey, el producto tuvo un "buen comienzo".  Pero se puede ir todavía más lejos, del hecho de su indicación, sobrepeso del adulto cuyo índice de masa corporal (IMC) supera los 28 kilos por metro cuadrado. "El exceso ponderado es la antecámara de la obesidad. Y preocupa a un cuarto de la población francesa", estima la representante de autocuidado de GSK. El laboratorio quiere atarse a un discurso de salud pública, dejando a un lado el uso con fines estéticos. "No nos dirigimos a la persona que quiere perder tres kilos para estar bien en traje de baño. Nunca hemos presentado allí como una píldora milagro o una fórmula mágica", recuerda Martine Frey. No hay promesas excesivas, en efecto. La pérdida de masa corporal anunciada oscila entre un 5 y un 10%. Prueba de que su medicamento no sufre variación estacional, el laboratorio acomete las nuevas campañas promocionales en la primavera, en el regreso a las clases y cerca de las fiestas. Estas comunicaciones van dirigidas tanto a la prensa femenina como masculina: un cuarto de sus usuarios son hombres. En paralelo, el sitio en Internet dedicado a allí está enriquecido para reforzar el programa de seguimiento.

Efectos no deseados atendidos  

Pero es también la oficina quien debe hacerlo. Dando al farmacéutico esta responsabilidad, el laboratorio cree haber hecho una buena elección. Una encuesta europea muestra que el 80% de las personas con sobrepeso ponderado no consultan a sus médicos cuando quieren perder peso, justifica Martine Frey. El presidente del Colectivo nacional de asociaciones de obesos (CNAO), Anne-Sophie Joly, aprueba la implicación de la farmacia. "Todo el mundo tiene un papel que jugar: la educación nacional, el sector agroalimentario, los publicitarios, los médicos, los farmacéuticos", asegura. El sobrepeso es un problema multifactorial que implica la intervención de agentes pluridisciplinarios. En farmacia, la puesta a disposición del medicamento lo hace más fácilmente disponible. Pero no forzosamente mal empleado. "Tomar un medicamento, nunca es algo anodino. Eso puede venir después de diez años de regímenes sin éxito", indica Anne-Sophie Joly, que subraya también el interés de una molécula bien probada. Este interés reside especialmente en los efectos no deseados atendidos. "Tomar el medicamento y continuar atracándose no tiene utilidad", asegura la presidenta del CNAO. "Y es menos dañino que el anillo gástrico", apunta.

Según el área de autocuidado de GSK, el 60% de los usuarios han disminuido sus aportes de grasa al tomar allí. La virtud pedagógica del medicamento se explica en el mostrador. El farmacéutico especializado en nutrición, Alain Pestalozzi, dispensa el producto a sus pacientes cuyo IMC oscila entre los 25 y 30 kilos por metro cuadrado. También, debe rechazar en ocasiones las ventas. Pasado el efecto de moda que ha visto, el farmacéutico responde a las demandas durante los primeros meses, siendo más activo desde el otoño. Algunas prescripciones del producto han sido igualmente observadas. "Pero precisamos bien que el tratamiento debe durar al menos tres meses. Es lo que hacen el 20% de nuestro pacientes, los otros no renuevan su toma", dice Alain Pestalozzi. Hay que recordar que el medicamento no elimina más que el 25-30% de las grasas ingeridas. Por tanto, el farmacéutico recomienda parar de forma momentánea al cabo de tres meses, para que los ácidos grasos esenciales y las vitaminas liposolubles puedan ser de nuevo asimiladas.

Las autoridades, siempre reticentes

Para la farmacia, allí es una buena herramienta terapéutica. "Los farmacéuticos deben asegurar que se observan estrictas reglas higienodietéticas durante dos meses antes de la utilización", insiste Loïc Bureau, formador en nutrición. Según este experto, el blanco debería restringirse a aquellos que no pueden seguir estas reglas, lo mismo que si el tratamiento debe ir acompañado de un régimen pobre en grasa. "Este medicamento pude también ser de interés en caso de diabetes no insulino dependiente, reduciendo el tejido adiposo y por tanto insulinoresistente", explica el formador.(...)

Tras un año de su lanzamiento, la Agencia francesa de seguridad sanitaria y de medicamentos (AFSSAPS ) ha reforzado el plan de gestión de riesgos europeos que enmarca la comercialización del medicamento. Si la AFSSAPS se toma tantas precauciones, es que no habría por ella acordado la autorización de mercado decidida por la Agencia europea del medicamento. La AFSSAPS se había opuesto, como otros 11 países de 27. Para este medicamento, la agencia ha prohibido la publicidad en televisión y rectificado ciertas campañas de comunicación. Se ha asegurado, por ejemplo, la adecuación entre el peso y la altura mencionados, así como el sobrepeso reflejado en ilustración en los carteles. "El monopolio farmacéutico da derechos pero también deberes de respetar la ley de salud pública y la autorización de comercialización. La gente no debe pues extrañarse que los farmacéuticos puedan rechazarles una venta", señala Fabienne Bartoli, director adjunto de la AFSSAPS.

Fuente: Le Quotidien du Pharmacien