Inglaterra. Los farmacéuticos celebran la despenalización de los errores de dispensación

La nueva ley impulsará la notificación de fallos por parte de la profesión, sin riesgo a ser objeto de un procedimiento judicial

Londres, 15 de noviembre. Los representantes de la farmacia británica han dado la bienvenida a la nueva legislación que protegerá a los farmacéuticos de oficina de farmacia de ser encausados judicialmente por cometer errores en la dispensación.

La Ley de Farmacia de 2018 (Errores de preparación y dispensación - Farmacias registradas), presentada ante el Parlamento inglés el 14 de noviembre, introducirá una nueva defensa legal de los farmacéuticos comunitarios y el personal de farmacia que cometen errores involuntarios en la dispensación.

Ken Jarrold, presidente del Comité del Programa de Reequilibrio de la Legislación de Medicamentos y Regulación de la Farmacia, que elaboró las recomendaciones para el Gobierno sobre la legislación propuesta, señala que un cambio en la ley incrementaría la notificación de errores sin el miedo de ser encausado. Y apuntó que el énfasis debería estar ahora en ampliar la defensa frente a estos procesos judiciales a todos los farmacéuticos.

"Los profesionales de la farmacia necesitan ahora jugar su papel en mejorar la comunicación de errores y maximizar el aprendizaje para reforzar la seguridad del paciente y la calidad del servicio", sostiene.

"Confío en la introducción de propuestas que incluyan medidas similares en hospitales y otras actividades específicas de la farmacia y establezcan un orden para aclarar las funciones del farmacéutico director y el farmacéutico responsable, que son elementos esenciales para el marco de gobierno organizacional de la farmacia".

El responsable de Gobierno de Farmacia, Steve Brine, considera que la legislación, que se espera que se convierta en ley antes de Navidad, protegería a los farmacéuticos y "afronta algunas de las barreras para prestar un servicio más seguro y de alta calidad". "Estos cambios darán a los profesionales de la farmacia un marco para desempeñar su actividad que mejorará la notificación de incidentes, incrementará la transparencia y permitirá aprender de los errores, lo que mejorará la atención del paciente y reducirá el riesgo de daño", explica.

La nueva legislación supone que los farmacéuticos, auxiliares y personal de la farmacia que trabaja bajo su atención tendrán una defensa legal, siempre que puedan demostrar que cualquier error cometido sucedió como parte de su trabajo en una farmacia registrada, que tomaron medidas razonables para notificar al paciente si el fallo era evidente y que no estaban haciendo mala praxis de sus capacidades profesionales por un uso inapropiado o por no tener en cuenta la seguridad del paciente.

Fuente. The Pharmaceutical Journal